Todas aquéllos que hemos sufrido una enfermedad coronaria, sabemos que debemos cuidarnos si queremos evitar que repita.
Los cuidados incluyen además de la medicación diversa, controlar los factores de riesgo. Esto se puede conseguir siguiendo una serie de normas que, implican cambiar el estilo de vida hacia hábitos más saludables.
Este cambio de estilo de vida es aconsejable también para la mayor parte de la población que, no habiendo tenido nunca problemas con su corazón, no desean padecerlos en el futuro.
Los interesados en llevar a cabo estos cambios, a veces nos encontramos con algunas dificultades para ponerlos en prácticas, la principal quizás sea los relacionados con la información que recibimos los pacientes, a veces es escasa y en otras confusa y con frecuencia contradictoria.
Los dos aspectos en que debemos centrarse estos cambios de estilo de vida son la forma de comer y el ejercicio físico.
Dieta cardiosaludable: ¿De que hablamos?
Hablamos de una dieta:
Hablamos de una dieta conocida como “dieta mediterránea”, que incluye:
Muchas verduras y frutas.
Pocas grasas saturadas es un buen ejemplo de dieta cardiosaludable
Este tipo de dieta se ha demostrado que en los países donde se sigue este tipo de dieta hay menor incidencia de enfermedades relacionadas con la circulación, presión arterial y el corazón, son las enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué una dieta sana protege el corazón?
2 Porque incluye un elevado porcentaje de antioxidantes, vitaminas, minerales y fibra, gracias a las verduras, frutas, hortalizas y legumbres.
3 Porque incluye cereales, como pan, arroz y derivados, que aportan carbohidratos complejos.
4 Porque el consumo de carnes rojas y lácteos ricos en grasa es bajo.
5 Porque apenas se consumen alimentos precocinados, elaborados con un alto contenido en sal y con grasas animales.
Ponte a dieta y alimenta sano tu corazón
Muchos alimentos, debido a su composición, ayudan a mantener sano el corazón y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Los más conocidos son:El pescado: Boquerón, atún, bonito, salmón, lubina, sardina, rodaballo, etc. El pescado contiene menos grasas que otros productos animales. Además los pescados azules son una fuente importante de ácidos grasos insaturados omega-3 y 6, grasas indispensables para ei buen funcionamiento del corazón.
Los frutos secos: nueces, avellanas, almendras, piñones, pistachos, etc. Por su contenido nutricional, su consumo está relacionado con una disminución de los niveles de colesterol total y de colesterol malo (LDL). Además, son ricos en antioxidantes y fibra.
Los aceites de oliva y girasol, que contienen grasas saludables. El consumo de estos aceites, en su justa medida, es beneficioso para nuestro corazón.
Los frutos secos: nueces, avellanas, almendras, piñones, pistachos, etc. Por su contenido nutricional, su consumo está relacionado con una disminución de los niveles de colesterol total y de colesterol malo (LDL). Además, son ricos en antioxidantes y fibra.
Los aceites de oliva y girasol, que contienen grasas saludables. El consumo de estos aceites, en su justa medida, es beneficioso para nuestro corazón.
Alimentos sanos para tu corazón
Los cereales integrales, por su alto contenido en fibra, disminuyen los niveles de colesterol en la sangre.
Las legumbres (alubias, garbanzos, habas, lentejas, guisantes, etc.) contienen fibra y otras sustancias que ayudan a reducir los niveles de colesterol y cuidan tu corazón.
Consejos para tu corazón
Utiliza preferentemente aceite de oliva para cocinar y aliñar.
• Consume frutas y verduras a diario, legumbres en abundancia y frutos secos (sin sal) algunas veces por semana.
• Los cereales (pasta, arroz, pan) y los productos integrales deben formar parte de tu alimentación diaria.
• No abuses de los fritos. Cocina al horno, al vapor, a la plancha, a la brasa, en el horno microondas, etc.
• Consume productos lácteos semi o desnatados.
• Consume con moderación las carnes rojas.
• Consume pescado con frecuencia, incluyendo el azul.
• El huevo es un buen alimento que puede ser incluido en la dieta habitual de forma regular.
• Se recomienda ser muy moderado con la ingesta de dulces, platos precocinados, bebidas azucaradas y lácteos enteros.
• Bebe más de 1,5 litros de agua todos los días.
• Consume frutas y verduras a diario, legumbres en abundancia y frutos secos (sin sal) algunas veces por semana.
• Los cereales (pasta, arroz, pan) y los productos integrales deben formar parte de tu alimentación diaria.
• No abuses de los fritos. Cocina al horno, al vapor, a la plancha, a la brasa, en el horno microondas, etc.
• Consume productos lácteos semi o desnatados.
• Consume con moderación las carnes rojas.
• Consume pescado con frecuencia, incluyendo el azul.
• El huevo es un buen alimento que puede ser incluido en la dieta habitual de forma regular.
• Se recomienda ser muy moderado con la ingesta de dulces, platos precocinados, bebidas azucaradas y lácteos enteros.
• Bebe más de 1,5 litros de agua todos los días.